*Las huestes del Sol Azteca han caído en el autoengaño de creer que volverán a ser el partido de izquierda que en 2006 ganó la presidencia de la república pese al fraude electoral; presumen ser partido local en el Edoméx careciendo de estructura y militantes.
Lo que queda del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en el Estado de México vive de un sueño y una fantasía: creer que sigue siendo un instituto político vigoroso, cuando se encuentra al borde de la extinción.
El Sol Azteca se sigue apagando, no obstante que logró su registro como partido local en el Edoméx, ya que en suelo mexiquense ha perdido más del 50 por ciento de su estructura.
Además, es un globo amarillo que se desinfla a pasos agigantados, debido a que los que le daban vida como militantes, en su mayoría salieron de ahí, los más para unirse a morena, otros a Movimiento Ciudadano y el resto, sencillamente no quiere saber más de participar en política.
Muchos que eran parte del PRD, terminaron decepcionados de las pugnas internas, el canibalismo de las tribus perredistas, las traiciones y las imposiciones de candidatos y dirigentes, habiendo sido convertido ese partido en un cacicazgo al servicio de una minoría.
Es por ello, que el PRD hoy ya no representa una fuerza política en la entidad mexiquense y lo peor, el partido del cual el perredismo se volvió rémora (PAN), está valorando seriamente si aceptará en próximas elecciones construir otra alianza con el partido de amarillo y negro, porque los votos que le ha dado, no representan la diferencia entre ganar o perder en una jornada electoral.
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